La historia del Caga Tió
En Cataluña existe una antiquísima tradición que se celebra en las fechas de Navidad, es el Caga Tió. Consiste en un tronco al que se le han dibujado unos ojos, unas cejas, incorporando dos patas delanteras y una nariz, es coronado con la típica Barretina catalana y vestido con una manta para que no tome frío. Durante los días previos al solsticio de invierno (ya que es una tradición pagana que ha acabado incorporándose a las fiestas navideñas) los más pequeños de la casa le van dando de comer, cuanto más mejor, porque así será más generoso. Normalmente los niños le dan de comer lo que ha ido sobrando de sus platos (buena excusa para dejarse algo), aunque en algunas comarcas el Tió es alimentado de restos de frutas, cáscaras, etc, lo que no se ha comido el Tió es retirado por los padres. En sus orígenes, la víspera de Navidad, después de la cena y antes de acudir a la Misa del Gallo (como marcaba la tradición) la familia se colocaba alrededor del Tió y éste era golpeado con un bastón, mientras se cantaba una canción popular. De debajo de la manta el Tió iba cagando pequeños regalos (normalmente dulces, barquillos, turrón, etc) los cuales dejarían bien surtidos a niños y mayores para todas las fiestas. El Tió era originariamente un tronco que quemaba en la chimenea de la casa y regalaba calor, luz y, simbólicamente, todo lo necesario para la celebración (los dulces).
Otra leyenda cuenta que cuando nació el niño Jesús, estaban unos pastorcillos en el campo, tristes, porque no tenían nada que ofrecer al recién nacido. Así, un pastorcillo, lleno de tristeza y frustración, comenzó a golpear un tronco, y de este tronco comenzaron a surgir regalos, que los pastores se apresuraron a llevar al Niño. Y así cada año, se golpea el tronco, en recuerdo de aquella historia, para que continúe dando regalos.
Caga tió
almendras y turrón
no cagas arangades
que son saladas
caga turrón
que son más buenos
Caga tió
almendras y turrón
si no quieres cagar
te daré un golpe de bastón
Caga tió!
PASEO POR LOS HAYEDOS DEL VALLE
Desde nuestra casa y a escasos 2 km podrás pasear por unos hayedos de cuento, el del Río Ortigal puedes disfrutar de un bonito paseo junto a un cantarín río y disfrutar de la naturaleza, el silencio del bosque, solo alterado por el murmullo del agua del río y los pajaritos cantando, en época de setas podrás disfrutar de la micologia del valle. El camino te lleva paralelo al cauce del Río Paseando por esos bosques parece que se te va a aparecer un ángel. La sombras y las luces hacen de este paisaje un lugar fantástico. El agua cristalina se mezcla con el verde del suelo haciendo un paisaje único. Las cantarinas aguas del río saltan alegres entre las piedras. Las enormes hayas hacen que el paseo se diferente en cada metro que andamos.
Comentarios
Publicar un comentario