COMENTARIO DE CARMEN VARELA AUDICLASS


El paisaje agreste del Alto Valle del Oja

Tenía una lista de pueblos y comarcas que recorrer, un buen libro para leer y ganas de largas caminatas en contacto con la naturaleza, así que opté por hospedarme en una pequeña y acogedora casa rural, en una aldea de las pocas que salpican el Alto Valle del Oja, a cinco minutos de Ezcaray. El pueblecito se llama Zaldierna, tiene 15 habitantes, una iglesia pequeñita, un puente de piedra, un arroyo que lo atraviesa. Parece poco, dicho así, sin embargo, habría que verlo confundido en el paisaje, humeando sus chimeneas, para comprender que la simpleza, a veces, contiene todo eso que estamos buscando... Como en los otros caseríos del valle, la gente que una vez habitó esta aldea se dedicó al ganado. Hoy ya no existen pesebres ni pajares en las casas, pero Zaldierna conserva un aire rural de otros tiempos: desde los campos, a toda hora, llega el sonido de cencerros, mugidos, balidos...
El río Oja -de donde proviene el nombre de La Rioja-, nace en algún lugar alto en la Sierra de la Demanda, y baja transparente y pedregoso por un valle que, entre la nieve, hasta en invierno conserva rastros de verde. Recorrerlo desde Ezcaray hasta el último de sus pueblos habitados -Posadas-, es internarse en un mundo agreste, solitario, alejado de la civilización. Aquí, según me contó el dueño de la casa donde me he hospedado, CASA RURAL RIO ZAMBULLON, todavía se escucha en septiembre la brama de los ciervos durante la berrea, y cuando el frío aprieta, se pueden ver corzos, zorros y jabalíes que bajan al valle en busca de comida. Cientos de senderos suben entre hayedos y pinares hacia las cimas de la Sierra, custodiada al fondo por el pico de San Lorenzo. El clima es de intensa placidez, el tiempo parece que transcurriera lento, como si tuviera pereza de andar, como si quisiera por un rato quedarse dormido. Desde allí, después de pasar la noche en una habitación abuhardillada donde una vez funcionó un pajar, y con la vaga sensación de haberme despertado con el quiquiriquí lejano del gallo de la casa, partí a la mañana siguiente en pos de una ruta que serpentea alrededor de las ciudades de Santo Domingo de la Calzada, Haro, Laguardia y Nájera.

Comentarios

Entradas populares de este blog

LA REPOSTERÍA DE AURI

PASEO POR LOS HAYEDOS DEL VALLE

IGLESIA DE SAN SEBASTIAN EN ZALDIERNA